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sábado, 1 de septiembre de 2012


Einstein era un genio. Lo dijo en su día aplicado a una teoría de la relatividad bastante incomprensible a todo particular ajeno a la física y sigue estando vigente: Todo es relativo.
Nosotros hemos hecho de esa frase lo que hemos querido y me parece pintoresco que no hayamos hecho lo mismo con Kant y sus teorías acerca de la percepción y categorización del mundo de acuerdo a doce supuestos (perdonadme si me falla la memoria, pero pecar de sabelotodo con google me parece aún peor). Pero eso es otra historia y, además, bastante menos conocida por lo general.

A lo que iba. Todo es relativo, el tiempo no es uniforme y lo organizamos de acuerdo a nuestra percepción temporal porque es imposible que un cerebro registre un hilo cronológico al dedillo y sin omitir detalle. Creo que nos explotaría la cabeza si nuestro cerebro no lo procesase a su manera.

Por lo tanto, a primera vista seis años no son muchos años comparados con una vida, pero aquí entra en juego la percepción del tiempo. El ser humano tiene el período de maduración más largo del mundo animal (llamado adolescencia, a cuya etimología le dedicaré un post algún día de estos porque me parece muy interesante), entonces ¿qué pasaría si a un hombre o mujer se le quitasen digamos seis años de ese lapso? Consecuencia devastadora ¿no?.

En el mejor de los casos lo aprendería o volvería a aprender todo de nuevo, en el peor quedaría en estado de niñez perpetua.
¿Y la tercera opción? Inquietante es. Quedaría como adulto perpetuamente mutilado. Preguntándose que fue de aquella parte de sí mismo que ya no es para que fuese lo que ahora es. 

4 comentarios:

  1. Interesante reflexión. Esa teoría de la relatividad como bien dices no la aplicamos como queremos.

    Yo soy la primera que muchas veces he pensado en borrar ciertos momentos de mi vida, pero al mismo tiempo sé que aquello en lo que he ganado en cuanto a madurez no sería asumible para mí perderlo también.

    A mi una que también me gusta mucho es la de Aristoteles, que decía que existía el término aunque yo en muchas ocasiones no logro encontrarlo.

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    1. No entiendo la primera parte de tu comentario, lo siento.
      Borrar momentos de la vida te privaría de lo que éstos te han aportado, que es lo que intentaba reflejar más o menos.
      Y tu último párrafo es absolutamente críptico, agradecería que lo desarrollases o me dijeses a que te refieres con "el término" para que pueda entenderlo. Gracias por pasarte :)

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  2. En la primera parte de mi comentario quería decir que al igual que has escrito en tu entrada es verdad qué cada persona se aplica las teorías a su gusto o según sus experiencias.

    Y lo del término medio es que Aristóteles decía que entre dos extremos había un término medio y aunque sí que es verdad que para todo hay que buscar ese término medio y no irnos al extremo de lo execesivo o al otro extremo de quedarnos muy cortos (por ejemplo, en el tema educativo hemos pasado de los profesores que te pegaban con la regla y eran excesivamente duros con sus pupilos a que ahora los alumnos tienen ahora el poder y los profesores no pueden ni rechistar), pues que para evitar los extremos es importante encontrar el térmnino medio aunque yo reconozco que muchas veces no he sido capaz y me he quedado en uno de esos extremos.

    Un saludo

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    1. Ah, bien. Era lo que creía del término medio, pero preferí preguntar porque no estaba segura.
      Me parece que el caso del término medio es un tanto cogido por los pelos, ni lo general era así antes ni lo general es así ahora, pero entiendo lo que quieres decir.
      Yo diría que tengo bastante tino encontrando el punto medio de las cosas, aunque como en todo, tengo mis debilidades :)
      ¡Saludos!
      Pd. A ver si actualizas ;)

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